
23 May SIBO
SIBO
La mayor parte de nuestra microbiota intestinal se encuentra en el intestino grueso, aunque otras partes «menos» pobladas como el intestino delgado también tienen mucha importancia. Esta parte del intestino alberga aproximadamente la mitad de bacterias que el intestino grueso, aunque conforme nos acercamos al intestino grueso el contenido bacteriano va aumentando, por eso la parte más poblada del intestino delgado es el íleon. Mantener un equilibrio del ecosistema bacteriano intestinal es clave para tener una buena salud, cambios bruscos en este ecosistema pueden ser causa de varias enfermedades.
Hoy hablaremos de uno de los problemas gastrointestinales más frecuentes que encontramos en el intestino delgado, el sobrecrecimiento bacteriano o SIBO.
¿QUÉ ES EL SIBO?

Es un aumento y/o alteración anormal del número y/o tipo de bacterias en el intestino delgado, sobre todo se produce en el duodeno y en el yeyuno proximal, estas partes del intestino tienen pequeñas cantidades de bacterias como lactobacilos y enterococos.
DIAGNÓSTICO:
Se considera que hay sobrecimiento bacteriano intestinal cuando la concentración bacteriana es igual o mayor a 100000 UFC (unidades formadoras de colonias) / ml, el valor normal es de 10000 UFC / ml. Se puede medir mediante diferentes métodos, uno de ellos es el aspirado yeyunal, menos utilizado por ser más invasivo, aunque es el más fiable a pesar de encontrarnos con la limitación de poder tomar la muestra en una zona donde la concentración de bacterias es menor ya que el sobrecreciemiento puede ser irregular. Otro método y el más utilizado son los test de aliento con metano e hidrógeno, siendo el último más fiable.
SÍNTOMAS:

Los síntomas son muy diversos, suelen ser hinchazón abdominal, gases, diarrea/estreñimiento, dolor abdominal, en los casos más graves se puede dar malabsorción, mala digestión, déficits de vitaminas y minerales (deficit de vit D y hierro).
MECANISMOS INTERNOS DE DEFENSA CONTRA EL SOBRECRECIMIENTO BACTERIANO:
Como en otras partes de nuestro cuerpo, en el tracto gastrointestinal también tenemos diferentes barreras de contención para evitar un exceso de proliferación de bacterias. El SIBO puede estar asociado a trastornos en diferentes mecanismos de defensa, algunos de estos mecanimos son:

-Secrección de ácido gástrico: por ejemplo el uso de inhibidores de la bomba de protones (IBP) que disminuyen el ácido gástrico y aumentan el pH, aceleran el tránsito intestinal y pueden provocar un aumento de bacterias en el estómago y duodeno. Por este motivo se vió que personas que usaban frecuentemente IBP tenían SIBO (50%) respecto a sujetos sanos (6%), diagnosticados mediante la prueba de glucosa en aliento
-Motilidad intestinal: La motilidad normal del intestino delgado está compuesta por movimientos migratorios organizados y repetitivos, denominando a este conjunto de movimientos control motor migratorio (CMM). Cuando esta motilidad del intestino se ve afectada puede provocar un aumento del crecimiento bacteriano. Esta alteración puede estar provocada por patologías que obstruyen y/o aumentan el estancanmiento en el intestino delgado como la estenosis, adherencias, divertículos, tumores, etc
-Válvula ileocecal: esta válvula separa el intestino delgado del grueso. Si no funciona correctamente, las bacterias del ciego (primera parte del intestino grueso) pueden ascender hasta el íleon terminal (última parte del intestino delgado), provocando un sobrecrecimiento bacteriano.
Otras de estas barreras de contención serían la bilis, la capa de moco intestinal, las enzimas proteolíticas, inmunoglobulinas como la IgA y las secrecciones pancreática y biliar.
RELACIÓN DE SIBO CON OTRAS PATOLOGÍAS:
Algunas de las patologías que tienen una estrecha relación con el SIBO son:
-Síndrome de intestino irritable (SII): los síntomas del SII y el SIBO se superponen ya que son muy similares. Todavía no esta claro si el SII (factor primario) puede causar SIBO (factor secundario) o viceversa, aunque parece que puede darse de ambas formas dependiendo del caso.
-Enfermedad celiaca e intolerancia a la lactosa: la prevalencia de SIBO es alta en pacientes celiacos y/o intolerantes a la lactosa.
-Enfermedad de Crohn: en el 25% de personas con Crohn aparece SIBO, sobre todo los que han sido sometidos a cirugía (por ejemplo resección ileo-cecal). Aunque pueden confundirse los brotes de la enfermedad de Crohn con los síntomas de SIBO.
-Síndrome de intestino corto: en estos casos donde se reduce la longitud del intestino el quimo reduce su tiempo de tránsito por el tracto gastrointestinal. Esto conlleva a que los alimentos sean peor digeridos y contengan más bacterias
-Pancreatitis aguda (PA): parece haber relación entre SIBO y PA ya que las bacterias patógenas que conducen a la infección pancreática son similares a las especies oportunistas que crecen en exceso en el intestino delgado, lo que quiere decir que hay una estrecha relación entre SIBO y PA. De hecho cuanto mayor es la gravedad de la PA mayores son las tasas de incidencia de SIBO; por ello parece buena idea tratar el SIBO en estos casos cuanto antes para evitar que se agrave la situación y pasen a tener un peor pronóstico.
TRATAMIENTO

El tratamiento del SIBO es complejo y debe estar individualizado, y si además está asociado a alguna patología como las mencionadas anteriormente, debemos tratarlo de forma simultánea.
Podemos y debemos abordarlo desde diferentes frentes:
-Dieta baja en FODMAPS (fructooligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y poliholes fermentables), este tipo de dietoterapia consiste en disminuir o eliminar el consumo de algunos carbohidratos fermentables, que en algunos casos aumentan o provocan la sintomatología.
-Antibióticos: el antibiótico más seguro y común es la rifaximina, aunque dependiendo de los resultados del test o la biopsia, nos decantaremos por este u otro. Tambien se suelen utilizar ciprofloxacino, metronidazol y la amoxicilina con clavulánico.
-Procinéticos: ayudan al aclaramiento de los restos bacterianos y de alimentos en el intestino, ayudando a estimalar el CMM.
-Suplementos: la malabsorción asociada al SIBO puede provocar déficits de algunas vitaminas y minerales; por lo que habría que valorar si tenemos déficit y suplementar si es necesario. Hay otros suplementos que parecen ayudar con la permeabilidad y los síntomas intestinales como la glutamina, pero sus efectos son muy diversos dependiendo de cada persona.
–Incluir ayunos para aumentar el CMM o dejar más horas entre cada comida, ayudará a disminuir el SIBO y sus síntomas.
-Dormir y controlar el estrés: como en casi todo, un buen control del estrés y un buen descanso te ayudarán a tener un mejor calidad de vida, controlando mejor los síntomas y su gravedad.
-Realizar actividad física: el ejercicio también tiene una estrecha relación con tu intestino, realizar ejercicio y estar activo te ayudará también a tener mejor salud intestinal.
Para abordar este tipo de patologías es necesario ponerse en manos de profesionales y tratarla de forma multidisciplinar (gastroenterólogo, nutricionista, psicólogo…), tener paciencia y confiar en los profesionales. Como ya hemos comentado el tratamiento debemos de individualizarlo y a menudo el descarte forma parte del tratamiento, sobre todo de la dietotetrapia.
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